Bicampeones - 2004

29 de diciembre del 2004: "Apvrate Ghino, hay qve llegar temprano para encontrar asiento"........... lo cvrioso era qve no hablába de ir al estadio, sino del restaurante qve se transformaba por 2 horas, o poco más, en estadio, cada vez qve había (o hay, qvien sabe sigven con ese negocio) vn partido de copa, clásico o final de campeonato.

Estábamos a kilómetros de distancia del Nacional de Lima, caminando en dirección a la Vrb. Mochica, allá en Trvjillo. El nombre de la Av. no lo recverdo, pero si tengo fresca en la memoria esa imágen de los restavrantes repletos de gente viendo al eqvipo del pveblo.

Caminando a paso ligero llegámos para darnos con la sorpresa qve avn no había mvcha gente. Nos sentámos en la primera fila, y mientras poco a poco se llenaba el lvgar, me cavsaba risa ver todas las mesas arrvmadas en vn rincón, para darle lvgar a las sillas qve invndaban el establecimiento. Vn sol para ver al CAMPEÓN era vn regalo de Dios, y al parecer todo Trvjillo lo sabía porqve llegado el momento del inicio del partido, no cabía vn alma; el "boletero" cerraba las ventanas para qve no hayan ojos qve precencien gratis, la vvelta de la BLANQVIAZVL. Silencio, la gente se encomendaba, risas nerviosas, Ghino y yo, vno al lado del otro, como tantas veces desde niños, íbamos a ver a ALIANZA.

Del partido, sólo qveda decir qve fve vn empate a cero; partido cerrado, varios "vvvvvfffffffff" y varias "ajvstadas", pitazo final y penales. El local era un horno, para ese instante se prendieron las lvces y al mismo estilo de los estadios, empezaron a vender las gaseosas heladas, marcianos, canchita.... gente parada, las sillas habían sido svstitvídas por cajas de gaseosa o cerveza, se veían camisetas GRONES y vna qve otra celeste.

Tensión absolvta, sólo comparada con la definición en el Cvsco para nvestro campeonato en el CENTENARIO del Clvb. 5 - 4, ver la pelota volar por encima del travesaño, en dirección a la tribvna norte del Nacional, alegró a casi la totalidad del Perv (menos algvnos). Ghino y yo nos abrazámos y empezamos a saltar...... "y ya lo ven, y ya lo ven, somos campeones otra vez", fve el cántico clásico con el qve desahogábamos toda la tención de los catorce penales ejecvtados, al mismo tiempo qve todo el local se contagiaba y cantaba a sv ALIANZA.

Esos rostros svdorosos tenían vna marca registrada; la de saberse CAMPEÓN vna vez más, la de saber qve valió la pena esperar diociocho años sin trivnfos para disfrvtar en menos de vna década cvatro campeonatos casi segvidos.

Qve lindo es ser del ALIANZA LIMA.